Ambos son usos
inadecuados que se han extendido hace años entre los hablantes del español. ¿En
qué consiste cada uno?
Para poder entender estos fenómenos, debemos primero
tener una idea básica de lo que es la rección. Rección significa, a grandes
rasgos, que una palabra hace depender cierto complemento de ella. O que
determinado tipo de palabra exige ir acompañado de un elemento gramatical
específico. Un ejemplo de este tipo de relación sintáctica son los complementos
de régimen. Existe un grupo de verbos que siempre selecciona una preposición
para que lo acompañe (las más frecuentes son “a”, “de”, “en” y “con”). El uso
de esa preposición es obligatorio para que la frase tenga sentido. El
complemento formado por “preposición + término” se denomina “Complemento de
régimen”. Veamos ejemplos:
No te abuses de mi paciencia. // Me acordé de
que venías.
Una vez explicado el concepto de rección, pasemos a los
dos fenómenos de la lengua que nos ocupan hoy: el Dequeísmo y el Queísmo.
El Dequeísmo consiste en el “uso incorrecto de la
secuencia ‘de que’ en las subordinadas sustantivas cuando la preposición ‘de’
no está gramaticalmente justificada”[1]. O sea, cuando no es exigida por el verbo o la
construcción.
Básicamente, es inadecuado colocar la preposición cuando
la subordinada cumple funciones de sujeto o de objeto directo. Por ejemplo:
*Pienso de que debes comer sano. à Pienso que debes comer sano. Objeto
Directo
Por su parte, el Queísmo es lo contrario del Dequeísmo: “consiste
en suprimir la preposición cuando la subordinada es término de un complemento o
modificador directo”[3]. O sea, cuando la
construcción requiere la preposición para estar correctamente formulada.
En general, incurren en el Queísmo los hablantes que
creen que nunca puede colocarse la preposición “de” antes de “que”. Por lo
tanto, es éste un fenómeno de ultracorrección.
Veamos un ejemplo:
*No tenía idea que
estabas en Rosario. à
No tenía idea de que estabas en Rosario.
Me parece interesante destacar que es mucho más común
incurrir en errores de este tipo (Queísmo y Dequeísmo) cuando las
construcciones utilizadas involucran complementos de régimen. ¿Por qué? Porque
los hablantes dudamos o nos confundimos con el uso adecuado de las
preposiciones.
Marta Marin[4] propone un ejemplo
interesante de esto: el de los verbos “recordar” y “acordarse”. Ambos tienen el
mismo significado; sin embargo, se construyen de formas diferentes:
Se acordó de sus palabras. // Se acordó de que
no vendría. CON COMPLEMENTO DE RÉGIMEN
Recordó sus palabras. // Recordó que no vendría.
CON OBJETO DIRECTO
Por último, comparto con ustedes una estrategia sencilla
para poder darnos cuenta cuándo corresponde utilizar la expresión “de que” y
cuándo no es adecuado usarla. Debemos reemplazar toda la expresión que comienza
con el relativo “que” por “eso” o “ese/esa”. Si el “de” nos suena “desubicado”
allí, significa que no debe colocarse:
*Decía
de que estabas ocupado. à
*Decía de eso.
FORMA ADECUADA
(sin “de”): Decía
que estabas ocupado. à
Decía eso.
En cambio:
*Se
acordaba que vendrías. à
*Se acordaba eso.
FORMA ADECUADA (con
“de”): Se acordaba
de que vendrías. à
Se acordaba de eso.
Como todo tema de gramática, hay muchos conceptos
disciplinares involucrados. Espero que no les haya resultado muy complejo el
artículo y que les resulte útil la explicación para cuando deban utilizar este
tipo de construcciones en sus textos orales o escritos.
[1] RAE,
Nueva Gramática de la Lengua Española. MANUAL,
Bs. As, Espasa, 2010.
[2] El
asterisco (*) se utiliza convencionalmente en los textos de gramática para
indicar que lo que sigue a este símbolo es agramatical.
[3]
Marin, M., Una gramática para todos,
Bs. As., Voz Activa, 2011.
[4] Op.
Cit.
Muy interesante. Yo con mi castellano ningún no incurrir en ese tipo de errores. Porque me acuerdo de que en mi época no se había puesto de moda. Recuerdo que no se había puesto de moda. Lo mejor es el ejercicio.
ResponderBorrarMuy interesante. Yo con mi castellano ningún no incurrir en ese tipo de errores. Porque me acuerdo de que en mi época no se había puesto de moda. Recuerdo que no se había puesto de moda. Lo mejor es el ejercicio.
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