domingo, 28 de febrero de 2016

Jugar con la escritura

           Hasta ahora, en todos los artículos en los que hablé de la literatura, lo hice desde el punto de vista de la lectura. Hoy quisiera, por eso, dedicarle un rato a la escritura.
            Cuando proponemos una actividad de escritura a nuestros alumnos (sean jóvenes o adultos), a veces ocurre que ellos se niegan o se ponen muy nerviosos por tener que escribir. Esto es totalmente comprensible ya que la escritura es una actividad en la que ponemos el alma en el papel y es normal sentir vergüenza o sentirnos muy expuestos al tener que dejar que otros lean lo que nosotros volcamos en un texto.
            Sin embargo, la escritura también nos libera. En muchas ocasiones puede ser un cable a tierra, para descargar emociones o sentimientos que nos pesan retenidos en nuestro interior. Y además, la escritura puede ser un juego, si aplicamos las estrategias adecuadas.
            Quisiera proponer aquí una serie de juegos y desafíos con el lenguaje y con la escritura. Casi todos, por su baja dificultad, son aptos para todas las edades. Incluso son muy interesantes para jugarlos entre adultos, para conocernos o divertirnos en grupo.
Tengan en cuenta que esta es solo una pequeña selección de todas las propuestas creativas que existen, que son infinitas. Todas las que enumero, las he probado con los grupos de chicos con los que trabajo y también, algunas, las he jugado en grupos de adultos. Aquí van:

1. NUESTRO NOMBRE: este es un juego que sirve para presentarnos, el primer día de clases o la primera reunión de un grupo de escritura. Lo que cada uno hace, en la hoja, es escribir su nombre en forma vertical. Luego, pensamos una frase que comience con cada una de las letras y que cuente algo de uno. Por ejemplo:
V: vivo en Rosario
I: inventar recetas es un pasatiempo para mí
O: oigo todo tipo de música
L: leer es lo que más me gusta hacer
E: enseño en escuelas secundarias
T: tengo una perra llamada Huayra
A: a veces escribo cuentos
Cuando todos han terminado, leemos en voz alta cada presentación.

2. TODAS LAS PALABRAS COMIENZAN CON…: la propuesta de este juego es escribir un texto en el que todas las palabras comiencen con la misma letra. Puede ser una letra de la que estuvimos estudiando las reglas ortográficas (si es un ejercicio escolar) o una letra elegida al azar si jugamos por jugar. No sólo sirve para ejercitar nuestra escritura, además ayuda a ampliar el vocabulario (podemos tener un diccionario para consulta a mano).Otra opción es que las palabras del texto comiencen por las vocales, en el orden tradicional (a, e, i, o, u), por ejemplo: “Agustina Escribe Índices Onomásticos Últimamente. Al Estar Inspirada Ocurre…”. Los resultados de este juego suelen ser disparatados, muy divertidos.

3. IMÁGENES QUE CUENTAN: para este juego necesitamos, además de papel y lápiz o lapicera, algunas fotos o dibujos recortados de revistas y diarios (por lo menos tres o cuatro). La idea es que escribamos historias a partir de esas imágenes. Puede ser que cada uno trabaje individualmente, que formemos parejas o que hagamos una única historia entre todos. Si trabajamos de forma individual o en parejas, una vez que todos terminaron se leen las historias en voz alta y se puede elegir la más creativa, o la más graciosa, o la más tenebrosa…o lo que se les ocurra. Si elaboramos una única historia entre todos, lo mejor es que haya un coordinador que tome nota de las ideas que surgen y elabore un borrador que luego pulirán grupalmente.

4. BINOMIO FANTÁSTICO: esta propuesta creativa se encuentra explicada en detalle en el libro de Gianni Rodari que cito al final del artículo. La idea es que a partir de dos palabras que nada tienen que ver, pueda surgir una historia. Dos participantes del grupo toman un papel y cada uno escribe una palabra sin ver la palabra del otro. Luego, se muestran al grupo. Cada participante debe unirlas en un relato, de la manera que quiera. Rodari da el ejemplo de “perro” y “armario”; sugiere que lo ideal es intentar relacionarlas a través de una preposición: de allí puede surgir “el perro con el armario”, “el armario de un perro”, “el perro en el armario” o cualquier otra combinación que se les ocurra.

Hasta aquí cuatro propuestas de juego. A partir de ellas, ustedes mismos pueden adaptar la actividad al grupo en el que trabajen (o a la reunión en la que quieren jugarlo) o pueden idear otras propuestas.
En general, a la hora de producir lo mejor es proponer un tiempo limitado de trabajo (diez minutos, veinte minutos o media hora, lo que consideren) e intentar que todos cumplan con lo estipulado. La escritura surge de forma más fluida o creativa si trabajamos contrarreloj.

Espero que puedan probarlos en la escuela, en algún cumpleaños, reunión familiar…o simplemente entre amigos. Pueden contarme en los comentarios sus experiencias. ¡A jugar con las palabras!

BONUS:
Les dejo las referencias de dos libros que pueden consultar si les interesa profundizar en el tema. Ambos contienen teoría y muchas propuestas creativas para escribir o inventar historias:
Gramática de la fantasía de Gianni Rodari: un clásico con muuuuuchas ideas para experimentar el sentido liberador que puede tener la palabra.
La palabra mágica. Taller de literatura de Ricardo Mariño y Silvia Schujer: dos escritores argentinos que, a lo largo de doce capítulos  ordenados temáticamente, nos proporcionan material de lectura e ideas para estimular la creatividad y la escritura.

4 comentarios:

  1. Me gustó mucho!!! lo voy a hacer con mi hijo Matías!!

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    1. Gracias Ruth! Espero que disfruten mucho de jugar con las palabras!

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  2. ¡Gracias! Qué lindas son estas propuestas. El juego de los nombres y el binomio fantástico los había experimentado en talleres y son realmente muy divertidos y placenteros.

    Bucearé en el libro del Taller de escritura de Schujer y Mariño. debe estar muy interesante.

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  3. ¡Qué lindas propuestas de escritura creativa!

    Muchas gracias por compartirlas.

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