viernes, 30 de diciembre de 2016

Recapitulando...

         Meses y meses han pasado desde la última vez que intenté sentarme a escribir un poco. El año transcurrió entre idas y vueltas, mucho trabajo, mucho aprendizaje…pero casi nada de ocio. Así que aquí estoy, penúltimo día de 2016, retomando mi escritura.
            Pese a tantas ocupaciones, por suerte pude mantener la costumbre de leer un rato antes de dormir, todas las noches. De esa manera, aunque no haya podido escribir, sí pude leer bastante y variado.
            Hoy quisiera compartir con ustedes una pequeña selección de lo que leí durante este año. No incluí los libros de los que hice reseñas, para evitar repeticiones. También dejé afuera los ensayos o libros teóricos. Estos que enumeraré son los cinco libros de ficción que más huellas dejaron en mí, durante el 2016.
            Dice María Teresa Andruetto que “un buen libro es un libro capaz de quedarse en nosotros, en nuestros corazones, como se quedan las personas que amamos[1]. De esa manera realicé esta selección, pensando qué libros obtuvieron un lugar en mi corazón. Y por eso se los cuento, quizás puedan dejar su huella en ustedes también. O quizás ya la han dejado.
            Decidí ordenarlos alfabéticamente, porque no me gustaba la idea de proponer un número uno, ya que todos para mí lo fueron. Aquí van:

1.    Mujercitas, de L. M. Alcott: este año, por primera vez, leí las casi 800 páginas de la versión completa de este clásico. De chica, había leído la versión “recortada y edulcorada”. Obviamente, la original fue la que se ganó un sitio de lujo en mi biblioteca.
Cada una de las hermanas, con sus personalidades y pasiones, es cautivante; pero Jo es la que se lleva, a mi parecer, el lugar de privilegio. Su pasión por la literatura, sus “arrebatos” de escritura, su afán por ser algo más que una esposa-madre-ama de casa (el mandato de la época). Todas comparten esta última idea, pero ella es la que realmente apuesta por eso.
En fin, la lectura de esta novela fue un fascinante reencuentro con la autora y un redescubrimiento de su obra.
2.  La niña, el corazón y la casa, de M. T. Andruetto : este libro cuenta las peripecias de una familia peculiar. Tina es la niña protagonista, vive en la ciudad con su padre y su abuela. Visita a su madre todos los domingos en el pueblo donde ella vive con su hermano. Solo ve a su mamá ese día de la semana, pero quiere que eso cambie.
Sus deseos, sus miedos, los interrogantes que el mundo le plantea, la relación con su hermano… La novela recorre momentos de la infancia de Tina, en un camino que nos hace recuperar también un poquito de nuestra propia infancia. La escritura de Andruetto, mágica y cautivante, nos hace vibrar al compás del corazón de esa niña.
3.  Los sapos de la memoria, de Graciela Bialet  : en esta novela, Camilo (el protagonista) intenta reconstruir la historia de sus padres (desaparecidos durante la última dictadura militar) y su propia historia. Los mayores que lo rodean le brindan información a cuentagotas y él ata cabos, pregunta, intenta ordenar las fichas del rompecabezas que es su vida.
Al narrar desde la perspectiva de un joven de 17 años, tiene esa mirada adolescente plena de rebeldía, espontánea y un poco cómica, con los sentimientos siempre a flor de piel.
4.  La chica pájaro, de Paula Bombara  : la protagonista de esta novela, Mara, guarda un secreto que la obliga a permanecer trepada a un árbol, escondida, a salvo. Su secreto es el mismo que el de muchas otras chicas: la violencia ejercida sobre ella por quien se cree su dueño. Una vida familiar conflictiva de la que quiere salvarse y salvar a su mamá.
Lo que más me gustó de este libro es la esperanza que se esconde en la escritura y permanece allí, incluso en los momentos terribles. La autora no oculta la angustia, la soledad, el infinito dolor, el miedo; pero, a su vez, nos da (a los lectores y a la protagonista) un “hilo de Ariadna” al que aferrarnos para poder salir del laberinto.
5.    Cuentos escritos a máquina, de Gianni Rodari: Gianni Rodari es uno de mis autores favoritos desde siempre. Este libro contiene 26 cuentos. Cada uno de ellos es un cóctel de humor, ironía, absurdo, ternura y mucha fantasía. Además, presentan una visión muy particular del mundo en que vivimos, que siempre nos “refresca” las ideas.
Cuando tomamos en nuestras manos un libro de Rodari tenemos que estar dispuestos a deshacernos de los convencionalismos, dejar de lado los prejuicios y prepararnos para jugar. Estos “Cuentos escritos a máquina” no son la excepción.
           
            Así concluye este pequeño balance de lecturas de 2016. Espero que les pique el bichito de la curiosidad y puedan leer alguno de estos libros.
            Quisiera que ustedes también me cuenten a mí qué leyeron en este año que ya se va: ¿qué libro los conmovió, los hizo reír, los enamoró, en el 2016? ¿Qué libro se quedó en ustedes y en sus corazones? Los leo.




[1] Andruetto, M.T., Hacia una literatura sin adjetivos, Ed. Comunicarte, Córdoba, 2009.